¿HAS VIAJADO?

Podría asegurar que todas las personas que conozco están de acuerdo con la afirmación de que los viajes ilustran. A pesar de eso, me disgusta cuando el tema se usa en sentido despectivo para señalar al profesional que realiza un trabajo mediocre, con frases como: “No puedes ser un buen Arquitecto si no has viajado”.

Ciertamente, viajar es una gran ventana para hacer asombrosos descubrimientos, que coloca ante tus ojos majestuosos escenarios, y que permite a tu alma y a tu mente llenarse de cultura, de conocimientos, de un torrente de datos que deberás procesar, asimilar y que te conducirán a obtener resultados y conclusiones de aplicación práctica en tu vida cotidiana. Mayor provecho sacarás a un viaje, si eres una persona que observa con detenimiento, que tiene sensibilidad para percibir algunos aspectos intangibles, que cuestiona lo que ve a su alrededor, que sabe filtrar y separar tanto lo bueno como lo malo.



Conocer la forma en que otros han resuelto problemas y han dejado satisfechas necesidades comunes o particulares, contribuye a traer a casa algunas ideas, adaptarlas a nuestras circunstancias, y aplicarlas a solucionar o satisfacer los mismos o similares problemas y necesidades locales.

Un ejemplo muy famoso de esto lo constituye el enorme sistema de autopistas interestatales de los Estados Unidos de Norteamérica, impulsado durante la Presidencia de Dwight David “Ike” Eisenhower, 34º Presidente de ese poderoso país, en cuya administración se construyó una red de mas de 65,000 kilómetros de autopistas, idea fuertemente influenciada por lo que el Gral. Eisenhower observó en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial (un viaje que desde luego no fue precisamente de placer), en la que fue responsable del Desembarco de Normandía en 1944 y prestó sus servicios como Comandante Supremo de las fuerzas aliadas en Europa. Ahí pudo darse cuenta de cómo el sistema de autopistas de Alemania, gracias a su diseño y alta calidad, permitió que toda la logística de transporte de tropas, armamento, munición y demás suministros, así como el traslado y atención a los heridos, se realizara de manera eficiente, constituyendo una de las mayores fortalezas del poderoso ejército alemán.

Conviene sin embargo, reflexionar ahora si viajar y traer soluciones de afuera, resulta la mejor o la única apuesta que uno puede hacer, aún si te propones hacerlo mejor y consigues superar en calidad y efectividad lo que viste en otro sitio. Aquí cabe cuestionarnos ¿A dónde viajaron los alemanes, cuyas legendarias autopistas inspiraron a Eisenhower? ¿A dónde viajan los genios en su especialidad, como Frank Lloyd Wright en Arquitectura? Este afamado arquitecto norteamericano, precursor de la arquitectura orgánica e iniciador del movimiento “Prairie School”, ocasiona que miles de arquitectos viajen a observar sus mas famosas obras para aprender ideas que luego ponen en práctica en sus creaciones, pero él ¿Qué viajes realizó?

Se dice que no hay grandeza en ser mejor que otro, sino que la verdadera grandeza, radica en ser mejor que tu yo anterior. Los grandes genios de la humanidad, quienes han creado las cosas que son ejemplo para otros, en realidad se atrevieron a realizar un viaje aparentemente muy sencillo, pero que pocos tienen la audacia de emprender, un viaje hacia su interior, al autoconocimiento, de donde han regresado cargados de su propio talento e inteligencia, de actitud positiva y creativa, de visión de futuro, de férrea disciplina, de compromiso con la excelencia, todas ellas herramientas valiosas que han usado para superarse a si mismos y ser un ejemplo digno de seguirse.


Y tu, ¿Has viajado?


Raúl Asís Monforte González
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Mérida, Yucatán a 15 de Marzo de 2015.
Colaboración para el periódico Milenio Novedades, en la sección "El Poder de la Pluma", Columna "Construyendo".
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