COMUNIDADES INDIGENAS
Don Eul, respetable anciano maya |
Don Silvino,
ejidatario de origen maya, llegó con algunos minutos de retraso a la reunión y
tomó el asiento que estaba disponible junto a mi, no sin antes solicitar se le
disculpara su impuntualidad argumentando que estaba realizando faenas de
cultivo en sus tierras aún siendo domingo, supuesto día de descanso. El
Comisario ejidal le explicó a Silvino el punto que se estaba discutiendo en ese
momento, y solicitó a los asistentes manifestar su acuerdo o desacuerdo con el
asunto tratado. Con esa profunda sabiduría que proviene de su milenaria
cultura, Silvino no se opuso a la aceptación de los nuevos avecindados a
sabiendas de que el compañero que aceptaba separarse de sus tierras lo hacía
forzado por la lacerante pobreza y falta de oportunidades que impera en el campo,
pero tampoco desaprovechó la oportunidad para manifestar públicamente y en voz
alta su opinión al respecto, mediante un improvisado, no solicitado, pero
aleccionador discurso.
Dijo a los presentes:
“Yo a mis hijos, les he enseñado a trabajar la tierrita con amor, y les prohíbo
terminantemente que algún día la vendan, si hoy alguien pone cien mil pesos en
tus manos, es como poner en ellas un trozo de hielo, rápidamente se derrite, se
escurre entre tus dedos, y se acaba. En cambio la tierrita es como una madre,
nunca deja de darte lo que necesitas, si la tratas mal, aún así te da algo, si
la tratas bien, más te da, y nunca deja de darte alimento y sustento, en cambio
cien mil pesos pronto se acaban y cuando eso suceda, ya no hay nada más que
puedas recibir de ellos.”
Las personas que
pertenecen a una comunidad indígena, no se refieren al suelo, el agua, las
plantas o los animales de sus lugares de origen como “recursos” sino que los
consideran sus “parientes”, son parte de su familia, por eso Don Silvino se
refiere a su “tierrita” como a una “madre”. Y ese es uno de los muchos motivos
por los que el Cambio Climático plantea amenazas muy particulares para las
comunidades indígenas en todo el mundo, tanto para su salud, su bienestar y sus
modos de vida.
Mujer maya urdiendo una hamaca |
Estos impactos han
minado ya algunos aspectos en los modos de vida de estas comunidades, que han
persistido por cientos o quizá miles de años. La cultura de estos pueblos está
atada fuertemente al sitio. Su idioma o dialecto, las ceremonias que realizan,
sus prácticas culturales, recursos alimenticios, han evolucionado siempre en
equilibrio, en un perfecto concierto con los habitantes, humanos y no humanos,
de sus territorios.
Sonrientes niñas mayas |
Encontrar el modo de
evitar que continúe esta afectación, es un deber común que debemos afrontar.
Raúl Asís Monforte González
© Copyright 2018. Todos los derechos reservados
Mérida, Yucatán a 08 de junio de 2018.
raul@riegointeligente.com
www.facebook.com/rmonforte3
www.raulmonforte.blogspot.com
www.raulmonforte.wordpress.com
Twitter: @raulmonforteg
Comentarios
Publicar un comentario