INSPIRAR
Inspírame, lo demás lo hago yo |
Aspirantes a ocupar la
Presidencia de la República, un escaño en el Congreso de la Unión en cualquiera
de sus dos cámaras o en los congresos estatales, la titularidad del Poder
Ejecutivo en algunos estados, o las regidurías en los ayuntamientos, saldrán a
las calles en busca de hacer un contacto directo con los ciudadanos para
persuadirlos de que al momento de ejercer su derecho al voto, crucen la boleta
en el sitio indicado, y eso les permita alcanzar la posición que ambicionan.
Como resultado de este contacto y
después de valorar, en un ejercicio sano e idealista, el abanico de opciones,
algunas personas concluyen: fulano de tal me convence porque “habla bien”.
Es indudable entonces que una de
las herramientas de las que se valdrán mayoritariamente los candidatos, es el
ejercicio de la retórica, definida ésta como el conjunto de reglas o principios
que se refieren al arte de hablar o escribir de forma elegante y con
corrección, con el fin de deleitar, conmover o persuadir.
Un líder congruente, nos inspira a hacer grandes cosas |
Son muchos quienes atribuyen a
Gorgias de Leontinos la paternidad del arte oratorio muy practicado entre los
sofistas, que literalmente significa “los sabios”, junto con Protágoras de
Abdera, ambos destacados exponentes que enseñaban el arte de la oratoria y la
elocuencia a los jóvenes de la clase dirigente que pretendían dedicarse a la
carrera política. Sostenían que nos movemos en el mundo de la mera opinión,
siendo la verdad, para cada uno de nosotros, aquello que nos persuade como tal.
Poco mas tarde, Aristóteles
escribió su famoso e influyente tratado Ars Rhetorica, que trata sobre el arte
de la persuación, en el cual destaca la importancia de sus tres pilares: Ethos,
Logos y Pathos.
El Ethos se refiere a la
autoridad, honestidad y credibilidad del orador en relación con la audiencia,
su congruencia demostrada en actos anteriores es vital para inspirar confianza,
“a los hombres buenos les creemos de modo mas pleno y con menos vacilación”
decía Aristóteles. Logos se refiere a los argumentos lógicos apoyados en
evidencias sólidas, se apela a la razón y la inteligencia de la audiencia.
El tercer pilar, Pathos, es el
conjunto de argumentos puramente afectivo y emocional. Arsitóteles señalaba que
las emociones hacen que los hombres cambien de opinión en relación a sus
juicios, ya que tienen causas y efectos específicos, y por tanto un orador
puede emplear su razón como estímulo para generar la emoción deseada en la
audiencia. Expertos modernos opinan que aunque los tres pilares son
inseparables, la mayor importancia, alrededor de un 70%, la tiene el Pathos, y
creo que es cierto, necesitamos líderes que nos inspiren, una sociedad
inspirada, guiada por un líder congruente, es capaz de los más grandes avances.
Raúl
Asís Monforte González
©
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Mérida,
Yucatán a 31 de Marzo de 2018.
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