RUIDO
Ruido |
El ruido interfiere en la comunicación entre las personas |
Existen muchas formas de
contaminación ambiental, una de ellas, a la cual no se le ha prestado la debida
atención e importancia, es la contaminación acústica debida al ruido. Podemos
definir el ruido como una sensación auditiva inarticulada, no deseada,
generalmente desagradable y hasta molesta, que interfiere en la comunicación
entre las personas y sus actividades, y que puede producir efectos físicos, como
la pérdida o deterioro de la audición e incremento de la presión arterial; fisiológicos
tales como el estrés y alteraciones del sueño; y psicológicos como depresión,
disminución del rendimiento y la atención, o agresividad.
El ruido es un factor de salud pública importante |
En consecuencia, la contaminación
auditiva debe considerarse como un importante riesgo de salud pública. Si a
esto añadimos que es una obligación de cualquier comunidad, especialmente de
sus autoridades, proteger a sus ciudadanos de las influencias adversas del
medio ambiente, entonces necesariamente tenemos que concluir que no debe
evadirse ni posponerse la responsabilidad de regular y sancionar este tema,
para restringir o limitar tanto la cantidad o intensidad del ruido, como la
duración de la exposición, y las fuentes emisoras o generadoras de este
problema urbano.
Después de muchos años de
abandono, el centro histórico de la ciudad de Mérida ha vivido una importante
transformación, motivada principalmente por la adopción de nuestra ciudad como
nuevo lugar de residencia por parte de numerosos extranjeros, o incluso
mexicanos que han venido de otros estados de la república, y que han encontrado
en muchos despachos de arquitectura locales el talento necesario para diseñarles
sus espacios de vivienda. Su presencia ha dado nueva vida al centro, cuyo
corazón ha vuelto a latir con alegría, y en cuyas aceras han vuelto a dibujarse
las pisadas. Pero también ha llegado el ruido, además del provocado por el
tránsito de vehículos, el que se emite desde los sitios de entretenimiento
público, que para distraer y agradar a sus clientes utilizan música, pero a
niveles de presión auditiva que molestan y deberían ser inaceptables.
¿Música,... o ruido? |
Los afectados se han unido para
manifestar pacíficamente y por las vías institucionales la necesidad de
regular, para disminuir o desaparecer la contaminación auditiva que padecen en
sus viviendas, pero se ha demorado la respuesta en acciones concretas y efectivas.
Esa demora debe acabar de inmediato y el asunto tiene que ser atendido, no sea
que una epidemia de tristeza llegue a la ciudad, que se borren las pisadas y se
apaguen los latidos que recién retornaron, y lo peor, que llegue un día en que
ya no podamos oir el ruido del mar, o que ya los besos no nos sepan a nada.
Raúl Asís Monforte González
© Copyright 2018. Todos los derechos reservados
Mérida, Yucatán a 10 de Marzo de 2018.
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