RENOIR

El Patrón no supo de donde vino o cómo llegó hasta él. Apareció de repente y refirió que la Sra. Renoir le habría dicho que se necesitaba una modelo y que fuera a ver al viejo. Pero la Sra. Renoir ya había fallecido hacía algún tiempo.

Apenas entró en la casa, el estudio y en la vida de Pierre-Auguste Renoir (Michel Bouquet), fue como si un huracán hubiese irrumpido abruptamente y sin avisar, moviéndolo todo, alterando el orden de las cosas y causando asombro y admiración. Así fue como Andreé Heuschling (Christa Theret) se introdujo en la historia de los Renoir, de Pierre-Auguste y de Jean (Vincent Rottiers), el hijo que regresa herido del frente de batalla durante la Primera Guerra Mundial, a recuperarse de sus lesiones en la pacífica y serena población de Cagnes Sur Mer, un hermoso sitio localizado a medio camino entre Cannes y Niza al sur de Francia en la famosa Costa Azul, en donde el pintor había comprado la granja Domaine des Collettes para salvar su viejo olivar de un comprador que pensaba destruirlo. Ahí había establecido su residencia Pierre-Auguste Renoir para pasar su vejez, ya que el clima le resultaba favorable para la avanzada artritis reumatoide que padecía, que ya había deformado sus manos y las había llenado de nódulos, además de restringirle el movimiento y causarle profundo dolor.

Esta bella y bien realizada película, se concentra en los últimos años de este gran pintor impresionista y específicamente en la relación que guarda con Andreé, musa y modelo de sus últimos trabajos, casi todos mostrando el cuerpo desnudo de esta enigmática joven, de una belleza profunda y misteriosa, y de la relación amorosa entre ésta y Jean Renoir, hijo del famoso pintor.

A mí me gustó mucho este filme, pero si me piden una recomendación, me iría con un poco de cautela y preguntaría ¿Te gusta el arte? ¿Te gusta conocer acerca de la vida y obra de famosos artistas, en este caso de Renoir? ¿Aprecias y disfrutas al ver una película, una buena actuación? ¿Reconoces, identificas y te gusta admirar un magnífico trabajo de iluminación y fotografía? si respondiste afirmativamente, no esperes más, pero si eres de los que van al cine para presenciar una historia entretenida, con ritmo, tal vez hasta algo de diversión y no te interesa para nada lo que mencioné antes (lo cual es perfectamente válido), entonces creo que empezarás a aburrirte desde antes de acomodarte en tu asiento de la sala de cine, ya que la historia se desarrolla lenta y pausadamente, sin prisas, con serenidad, pero al mismo tiempo con mucha profundidad en los diálogos, lo que lo hace muy propicio para reflexionar.

Algunos momentos que se me graban favorablemente en la memoria incluyen por ejemplo cuando el pintor hace referencia a su técnica, muy famosa y característica del impresionismo, de ir dando pinceladas libres, llenas de delicados toques de colores vibrantes, luminosos y saturados, con lo que consigue que las personas y objetos de sus obras se fusionen suavemente unas con otros, y con el ambiente que los rodea; y explica: "La estructura de la obra no debe estar sostenida por líneas perfectamente definidas, sino por el color".

Los últimos 20 años de su vida, Renoir los pasó en una silla de ruedas, tenía severas dificultades para pintar debido a la deformidad y limitada movilidad de sus manos, además de una anquilosis en el hombro derecho, requería constantemente de la asistencia de sus sirvientas o de sus hijos Jean y Claude (Thomas Doret), apodado Coco, el pequeño, tanto para preparar su paleta de colores como para acomodarle los pinceles en la mano. El pequeño Coco Renoir inclusive inventó un sistema para que el lienzo pudiera desplazarse horizontalmente en el bastidor y así su mano se mantuviera en una misma posición la mayor parte del tiempo. Por recomendación de su médico y debido a todas esas dificultades, sus hijos le decían que ya debía dejar de pintar y retirarse, Jean le señalaba que había alcanzado suficiente fama y le recordaba que durante su prolífica vida había pintado prácticamente de todo, pero Pierre-Auguste le respondía: "Aun me falta mucho por aprender y practicar, de modo que seguiré pintando hasta que me colapse si es necesario". Una respuesta que retrata su grandeza, precisamente las personas exitosas son las que jamás se detienen y se acomodan a descansar en su fama, o las que creen que ya no tienen nada que aprender. Quienes tienen la humildad de reconocer que jamás deja uno de aprender, son quienes alcanzan la verdadera grandeza.

Uno de los principales temas en su vasta obra, era el desnudo femenino, y cuidaba mucho realizar composiciones que mostraran a los personajes en momentos íntimos y cándidos. Precisamente Andreé fue la musa que inspiró la gran mayoría de sus obras en esta última etapa de su vida, encontraba en ella una sensualidad sin igual, una tersura en su piel que le encantaba, y unas femeninas formas que le cautivaban, sin embargo siempre la pintaba un poco gorda aunque en realidad no lo era, llegó a decirle a su hijo Jean que "gustoso daría mi brazo derecho por esas tetas redondas y firmes" que poseía la chica.

En una ocasión daba órdenes a Andreé, a una sirviente que también posaba como modelo en la imagen que deseaba plasmar en el lienzo, y a su hijo Jean quien le asistía en estas tareas, y ninguno de los tres entendía cómo debían colocarse las modelos para lograr lo que él deseaba; entonces Jean le dice: "explícame lo que quieres, cómo quieres que se coloquen ellas, y lo hacemos", pero Pierre-Auguste le contestó: "El arte no necesita explicación, tiene que provocar sentimientos. Si has ido al Louvre, has visto Las Cortesanas de Tiziano, y no te ha nacido el deseo de tocarlas, de acariciarlas, entonces es que aun no has entendido absolutamente nada".

Renoir, a diferencia de otros pintores, llegó a alcanzar el éxito y fama en vida. Poco antes de su muerte a causa de una neumonía el 03 de diciembre de 1919, visitó el Louvre y tuvo la satisfacción de ver ahí colgadas algunas de sus obras junto a aquellas de los grandes y antiguos maestros a quienes admiraba.

La cinta está muy bien realizada, las actuaciones son extraordinarias, los paisajes son de una belleza impresionante, las caracterizaciones y ambientación excelentes, muy buena iluminación, juegos de sombras y luces, magnífica fotografía. Un gran logro del director Gilles Bourdos, quien en la siguiente fotografía aparece con el elenco de esta muy buena película.