EL VUELO


Había cometido graves errores e infracciones la noche anterior y esa misma mañana, en realidad venía haciéndolo desde hace años, pero eso no fue impedimento para hacer gala de su sobresaliente habilidad y competencias laborales como piloto aviador para tomar el control de una situación que pudo haber resultado desastrosa y de alto nivel de fatalidad, para convertirla en un milagro que habría hecho de cualquier otro piloto un verdadero héroe.


Para Whip Whitaker no fue así, colmado de problemas familiares y personales, sumido en una profunda espiral que llevaba su vida hacia una caída libre en picada muy similar a la que tuvo que enfrentar durante el vuelo de Orlando a Atlanta aquella fatídica mañana, sabía muy bien que tendría que enfrentar en algún momento la responsabilidad por los errores cometidos, y deseaba evitarlo a toda costa.

Todos, hombres y mujeres, a diario nos hacemos cargo de nuestras responsabilidades y afrontamos las consecuencias del modo en que las enfrentamos. Ignorarlas, pretender engañarnos a nosotros mismos y a los demás, solamente prolonga el momento en que ya no tendremos mas salidas a la mano, pero también hace que afrontarlo sea más duro de lo que pudo haber sido si se tomaban decisiones a tiempo.
En esta fenomenal película, se conjugan buenas actuaciones, excelentes efectos, una historia tan cruda como conmovedora, que no solo nos entretiene sino que también nos llama a reflexionar y aprender muchas cosas valiosas de la vida, y al mismo tiempo nos llena de esperanza.

Cuando hacemos lo correcto, dejamos que la justicia actúe, enfrentamos con dignidad los desafíos de la vida y por encima de todo somos congruentes, entonces lo que parecía irrecuperable, los problemas sin solución aparente, comienzan a destrabarse y se asoma por nuestra ventana esa famosa luz al final del túnel que nos rescata y nos lleva a encontrar el camino. Y al final del camino, siempre encontraremos como pilares fundamentales a nuestros seres mas queridos, nuestra familia, como el motor principal que nos condujo a la superación de aquello que parecía imposible y tendremos la recompensa adicional de su admiración y respeto.

John Gatins crea todo eso con un extraordinario guión, pero no sería completo el triunfo de no ser por la soberbia actuación de Denzel Washington como Whip, el látigo, Whitaker, así como Kelly Reilly en el papel de la adicta Nicole Maggen. Mención especial merece el actor John Goodman como Harling Mays, un traficante arrogante y divertido.

La escena en la escalera de servicio del hospital, en la que Whip y Nicole platican con un enfermo de cáncer, al coincidir los tres cuando se escabullen a fumar un cigarro, aunque parece no tener gran importancia dentro del contexto general de la película, me pareció una de las más ricas en enseñanzas, y el enfermo de cáncer hace una magnífica actuación y maneja de forma excelente la comicidad acerca de la tragedia que encierra su enfermedad, las bromas al respecto son finas, sin denigrar, pero que mueven también a la reflexión.


"Trina", una sensual y provocativa azafata interpretada por Nadine Velázquez, recibe al espectador de manera sorpresiva en los primeros minutos del filme, pero con el desarrollo de la trama, terminamos por darnos cuenta de que su relación con Whip es más profunda que limitarse a ser una simple compañera ocasional de juerga y adicciones. En el punto culminante de la historia, cuando parecía que una pequeña mentira sin mayores consecuencias salvaría a Whip de un anunciado purgatorio, el recuerdo de Trina, sus sentimientos hacia ella y la imposibilidad de manchar su honra, generan que Whip alcance el hartazgo acerca de sus propios demonios, errores, defectos y mentiras, para que a partir de ahí tome la DECISIÓN DETERMINANTE de hacer lo correcto, lo que definirá qué sucede a continuación en la vida de "El Látigo".

Asimismo me parece destacable la exacta, minuciosa y amplia investigación que realiza Ellen Block, protagonizada por Melissa Leo. Si los investigadores mexicanos hicieran un trabajo el 10% de lo bueno que fue éste, hoy sabríamos con certeza lo que sucedió a dos helicópteros que se accidentaron y cobraron la vida a dos Secretarios de Gobernación del sexenio anterior, y probablemente aún estaría purgando su condena una secuestradora francesa en una cárcel mexicana, o al menos sabríamos a ciencia cierta si en verdad era culpable.

Pero mejor no me desvío del tema, recomiendo ampliamente ver esta genial película, se disfruta mucho un par de horas de buen cine.

Raúl Monforte González. Febrero 17, 2013.

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